Sardinas pertenecen al grupo de pescado azul por su contenido de grasas cardiosaludables; crecen en aguas cálidas, saladas para que nos podamos encontrar en toda la costa española en su mejor temporada, verano.

Su principal propiedad es en su contenido de Omega-3ácidos grasos esenciales que nos ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en prevención de enfermedades cardiovasculares. También contiene vitaminas liposolubles como las vitaminas A, algunos del grupo de vitaminas B, E y f. sardinas enlatadas (en latas) también son ricos en calcio, que se consume con la columna vertebral.

Al seleccionar algunas sardinas lo principal es que son bien fresco, para comprobar que lo mejor es mirar su carne es firme, sin ojos color rojos sangre y no hundidos y no tienen un olor de mar muy pronunciado. Mejor comprarlos más grande si son de tamaño más pequeño y vaca para bateador, la clave para preservar su sabor es no cocinar en exceso.

Como cualquier otro pescado fresco mejor comprarlos en el mismo día que se consumen porque deterioran fácilmente y no durará más de dos días en la nevera.

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