Bizcocho dominicano con crema pastelera
Hace poco más de un més envié un mensaje en Twitter lamentando la inminente muerte de mi pobre batidora. Después de más de siete años de uso, la batidora de pedestal más económica que pude comprar en Santo Domingo empezó a hacer ruidos extraños. Con esto cesó el hornear en esta casa. Tenía miedo de que en cualquier momento, juzgando por el ruido terrible que hacía, iba a salir una pieza disparada, y si yo salía ilesa del incidente, de seguro iba a pasar cuando estuviera en medio de batir algún pastel largo y complicado.
Empezé a quejarme con mi esposo de que aunque la necesitaba, no me parecía buen momento para gastarme lo que cuesta una buena batidora, a lo que el contestó que para mí nunca era un buen momento para gastar el dinero. Me armé de paciencia y empezé a buscar una batidora nueva, una que durara más de siete años, y que además no me costara un ojo de la cara. Mi frugalidad obsesiva y paciencia dió resultados, al final encontré una descontada dramaticamente. ¡Aleluya, a hornear se ha dicho!
Desde que recibí mi fabulosa y atractiva batidora hemos horneado bizcochuelos, galletitas, pasteles, los cuales con franqueza hemos regalado en su mayoría, ya que no podemos comerlos a la velocidad que salen de la cocina (hoy terminé 3 docenas de galletitas de mantequilla, la mayoría vamos a regalar).
La moraleja del cuento es que la frugalidad y paciencia pagan.
Como me habían pedido esta receta tantas veces, esta es una ocasión tan buena como cualquier otra para traersela. Para hacer la “masa” del bizcocho sigue las instrucciones en esta otra receta. Aqui solo te voy a indicar como hacer la crema para sustituir el relleno de piña. Debes tener el bizcocho horneado y a temperatura ambiente para empezar el relleno.
Si no quieres alcohol en el relleno sustituye el amaretto por extracto de almendras.
La decoración de este bizcocho es bien sencilla, utilizé una herramientapara darle textura y cubrí con confetti de azúcar.
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